Restaurante de la librería LAIE: mantel de papel con una traducción al catalán de "Sobre la lectura" de Marcel Proust, de Anna Casassas, editado por Quaderns Crema
(Foto i text de Juan Luis García) Lo importante no es lo que se come, sino cómo se come Epicteto
"Como todavía era demasiado pronto para irse a dormir, se sentó en la butaca y encendió el televisor. En la cadena Retelibera, su amigo el periodista Nicolò Zito estaba entrevistando a un cincuentón con barba que resultó ser el capitán Zurlo, práctico del puerto. Evidentement hablaban del tema del día, el descubrimiento de la zódiac por parte del Vanna. Las preguntas de Zito eran, como de costumbre, inteligentes. "Capitán Zurlo, ¿a qué distancia de la bocanada del puerto dicen los del Vanna que se cruzaron con el bote?" "A poco más de una milla italiana." "¿Por qué dice italiana? ¿No es igual para todos?" "Teóricamente la milla marina, puesto que es la sexagésima parte del grado de un meridiano, debería corresponder a mil ochocientos cincuenta y dos metros. Pero en realidad en Italia equivale a mil ochocientos cincuenta y un metros y cinco centímetros; en Inglaterra, a mil ochocientos cincuenta y tres metros y dieciocho centímetros; en Estados unidos, a ..." "¿Cuál es la razón de esas diferencias?" "Complicarnos la vida." "¿Quiere explicarnos por qué el Vanna, después de rescatar bote y cadáver ha tardado horas en entrar al puerto?" "¿Por el temporal?" El práctico sonrió. "No era un temporal, Era bastante menos." [...] "¿Cómo es que el bote no naufragó?" "Por casualidad, o quizá permanecía en equilibrio sobre un entramado de corrientes opuestas." "Ahora llegamos a la pregunta más importante. En su opinión, basándose en su larga experiencia, ¿el bote estaba saliendo del puerto empujado por las corrientes o se dirigía hacia el puerto a causa de las corrientes?" Montalbano aguzó el oído. "Es un poco difícil decirlo con exactitud. Verá, hay una corriente permanente de salida, pero también es cierto que, dadas las condiciones meteorológicas, esa corriente quedaba, cómo le diría, anulada por las corrientes más fuertes del sudeste." "Pero ¿cuál es su opinión personal?" "No me atrevería a ponerlo en un informe pericial, pero yo diría que el bote era transportado por la corriente de salida." [...] Montalbano se fue a la cama con una idea en la cabeza, pero eso no le impidió dormir a pierna suelta. Cuando llegó a Vigata, casi a las nueve de la mañana, en vez de irse a comisaría se detuvo en Capitanía." (fragment pàg. 40-42)
"En De Mor li llença una mirada irònica. - ¿La societat del benestar? -repeteix rient-, ¿Quina societat del benestar? Europa va descobrir la societat del benestar després de la Segona Guerra Mundial i sota la pressió dels països comunistes. Aquests països parlaven constantment d'una societat així, i l'Europa occidental la va adoptar per limitar l'expansió del comunisme. Les societats del benestar es van ensorrar el 1989, amb la caiguda del mur de Berlín, senyor Galanópulos, i cregui'm, no vam perdre res -canvia de to i continua, aquest cop seriosament-: Ja no hi ha societat del benestar, senyor Galanópulos. Només hi ha grups de pressió. Empresaris que lluiten pels seus interessos, treballadors que lluiten pels seus, a través dels sindicats i altres organitzacions; només hi ha grups que defensen els seus interessos. La societat que vosté diu és un invent [...] -Creu que ens en sortirem? -li pregunta el comentarista televisiu. En De Moor somriu. -La resposta no és fàcil. Mirin, Grècia és la pedra que va cap als fons. Mentre s'enfonsa, provoca cercles. El primer són els països del sud. Si aquests no s'enfonsen, Grècia té més possibilitats de salvar-se. El segon, i el cercle més gran, és europa, amb una moneda única, però sense una política econòmica única i amb polítiques diferents i enfrontades. Per això li he dit abans, senyor Galanópulos, que no hi ha societat. I si n'hi ha, la societat més gran seria la Unió Europea. Però també a Europa només hi ha grups socials socials i interessos enfrontats, que fan servir la mateixa meneda. Conseqüentment, hi ha el perill que a tots se'ls pagui amb la mateixa moneda: la ruïna." (fragment pàg. 128-129)
Desde el espacio con su hermano el tiempo bajo la gravedad insistente con una luz para ver como no veo. Entre el ya no y el todavía no fuí colocado. El asombro ante lo que desconozco fue mi maestro. Escuchando su inmensidad. He tratado de mirar, no sé si he visto
tú como yo, mar, insistentemente en tu terco empeño de hacer añicos el mundo arremetiendo contra las rocas, destruyendo a gente, como un monstruo, preso, con gesto iracundo.
Yo, como tú, mar, obsesivamente golpeándome contra la ley que me hace esclavo del estado -dios que soberbiamente pretende que exclame ante su poder: ¡bravo!
Por sentirme preso, yo como tú, mar, voy de la calma a la furia de noche o de día.
No tot és desar somnis pels calaixos rodejats d'enemics o bé d'objectes que subtilment i astuta ens empresonen.
Perquè viure és combatre la peresa de cada instant i restablir la fonda dimensió de tota cosa dita. Podem amb cada gest guanyar nous àmbits i amb cada mot acréixer l'esperança. Serem allò que vulguem ser.
Antes que el sueño (o el terror) tejiera mitologías y cosmogonías, antes que el tiempo se acuñara en días, el mar, el siempre mar, ya estaba y era. ¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento y antiguo ser que roe los pilares de la tierra y es uno y muchos mares y abismo y resplandor y azar y viento? Quien lo mira lo ve por vez primera, siempre. Con el asombro que las cosas elementales dejan, las hermosas tardes, la luna, el fuego de una hoguera. ¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día ulterior que sucede a la agonía.
Jorge Luis Borges
dissabte, 11 d’agost del 2012
Los pensamientos son las sombras de nuestros sentimientos
Todo en calma. Penetra en las rocas la voz de la cigarra. Matsuo Basho
dijous, 9 d’agost del 2012
(passeig marítim, 9.08.2012) la noche trajo del pómulo el anuncio, el día venillas deshiladas recordaba el ojo el sol, redondel craquelado, ocre hormigueo que los pasmados miran
llevando lejos luces y esperanzas, aventando bandadas de pájaros remotos, y rumores, y voces, y campanas, -ruidoso perro que menea la cola y ladra ante las puertas entornadas.
(Entretanto, la noche, como un gato sigiloso, entró por la ventana, vio unos restos de luz pálida y fría, y se bebió la última taza.)
Sí; definitivamente el día se ha ido. Mucho no se llevó (no trajo nada); sólo un poco de tiempo entre los dientes, un menguado rebaño de luces fatigadas. Tampoco lo lloréis. Puntual e inquieto, sin duda alguna, volverá mañana. Ahuyentará a ese gato negro. Ladrará hasta sacarme de la cama.
"Ha dedicado buena parte de su vida a la escritura de ficciones. En ese momento supo que el tiempo acotado de forma implacable que lo esperaba hasta la intervención no era un plazo superfluo, inútil, sino que parecía presentarse ante sí para que lo aprovechase, en una carrera contra el calendario y el reloj, dándole la forma que dispusiese su imaginación y con ello alargándolo cada día, cada hora, en tiempos inventados, que introducirían sus ámbitos en el tiempo real haciéndolo dilatarse y ensancharse. Mientras pensaba en ello, notó un fulgor dorado en la punta de los dedos y comenzaron a florecer ideas en su cabeza: historias de infancia y adolescencia que eran evocaciones verdaderas o reelaboraciones imaginarias, historias fantásticas y oníricas que reproducían sus temores o sus nostalgias, historias que incluso tenían como pretexto la propia intervención quirúrgica que lo amenazaba: unas más largas que otras, algunas breves como pequeños resplandores sobre Dios y el cosmos, el tiempo y el sueño, la confusión y la certeza... El Libro de las Horas Contadas. Esta misma tarde, empujado por un impulso frenético, ha escrito un cuento donde el protagonista es un gigantesco arácnido extraterrestre, de una especie que ha denominado zambuliana, y se lo ha dado a leer a su mujer, que en este momento lo termina [...] Hace una noche cálida, con una brisa muy suave, y a través de las espesas copas de los pinos brillan intermitentemente las luces de la lejana capital, como luciérnagas que estuviesen escondidas entre el ramaje..." (fragment pàg. 30-31)
A esta luz de hoy abotonada al forro entumecido del cielo, la querría más austera y no menos poética, sí más inmediata, despojada de límites retóricos que, dilatando el campo, sijetan sin embargo, la mirada al cerco empobrecido de las comparaciones. A esta luz de hoy la quisiera neblina entre mis dedos, prieta en los recodos de la piel, aliento en la copa de lospinos, pero, más aún, la quiero en su infinito presa y al tiempo dilatada, simplemente luz y la sostenga el graznido de un cuervo en su aleteo, el arrullo de una alondra, a lo lejos, y el biselado roce de cigarras, haciendo más compacto el aire a medida que avanza el sol hacia el cenit. [133-134] ChantalMaillard