diumenge, 23 d’octubre del 2011
DOMINGO
Domingo, flor de luz, casi increíble
día. Bajas sobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
a las muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza. Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
Los árboles esperan
tu llegada para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo,
domingo.
Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas
desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras...
Ángel González
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2 comentaris:
Espero que la meva gosadia, no me la tingui en compte l'Ángel González, però ha rajat així.
Vagi per ell!
Domingo.
Una espera despertar nítidamente,
y sin nubes.
Los gorriones, las garzas y las tórtolas
se agitan revoloteando
entre árboles.
Cuánto saben de alas
y de volar.
Más tarde,
después de un desayuno ascético,
se tropieza una en un almuerzo frugal,
-de carreteras y cielos emboscados-
a punto de desparramar.
Sublimes.
Por suerte, se sienta en una mesa
donde un mantel de hilo
acoge una tímida sonrisa.
Al acabar el día, oye su voz.
Mañana, se llamará lunes.
Bon capvespre!
N'Ángel aplaudiria la teva bonica "gosadia", n'estic segura.
Bon vespre!
Y ¡buen lunes!
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