dissabte, 16 de març del 2013

ENCONTRE...


"Y cosa rara: a Pestaña no le interesa el caso. Supongo que ni es tan inteligente ni es tan buen historiador como la gente cree. Si no se ha dado cuenta del potencial que tiene esta historia, es que no tiene ni idea: el primer caso en democracia, en León, en el que vamos a sentar en el banquillo a un fascista asesino. Sus libros están bastante sobrevalorados. Con el nuestro vamos a levantar ampollas. Hasta ahora la derecha de León estaba muy tranquila, nadie les había tocado ni un pelo, y esto se ha acabado.
Se preguntaba Santos Juliá en el periódico qué significaba la memoria histórica en un país dividido a muerte por una guerra, en la que hermanos -de sangre, nada de metáforas- tomaron partido contra hermanos. Cuando un país se escinde, decía él, la memoria compartida sólo puede construirse sobre la decisión de echar al olvido el pasado: en mi opnión, ese es el sentido de la amnistía general, como Indalecio Prieto y José María Gil-Robles lo comprendieron ya desde los primeros años de la posguerra. Pero estamos viendo que hay mucha gente, como el paisano ese de Robledo, que no ha podido olvidar. Por tanto esa amnistía no nos sirve. No puede ser que todavía haya personas en España que cuando hablan de la Guerra Civil y de la represión lo hagan con miedo. A esa gente hay que decirle que aquello fue injusto, que les comprendemos y que les apoyamos. No puede seguir existiendo miedo. Debemos recordar, porque el recuerdo es un deber moral. Hemos contraído una deuda con las víctimas. Al recordar y contar, evitamos que el olvido mate a las víctimas dos veces.
En la Historia de España hay una realidad, la Guerra Civil, cuya esencia es de tal naturaleza que nos impide todavía acceder a ella limpios de conciencia, alejados de prejuicios. Y si es difícil reflexionar sobre los hechos "reglados", aquellos que respondieron a los enfrentamientos entre contendientes declarados en cada uno de los frentes, cara a cara, qué se ha de decir cuando queremos conocer y analizar los hechos "no reglados", aquellos realizados por la espalda, en las retaguardias o en los tiempos posteriores a la contienda.
La retaguardia es por definición tenebrosa. De ahí la aparición de un caso interesante: podemos poner frente a frente, por primera vez, al menos en León, a una víctima y a su victimario, lo que nos permitirá recordar a todos que determinados delitos no pueden ser ni ser amnistiados ni prescribir." (fragment pàg. 115-116)