dilluns, 21 d’abril del 2014

DUET...


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Ilan Stavans: El estilo es lo que nos permite diferenciar entre un autor y un individuo. Porque el estilo personaliza, distingue... Robert Frost decía que el estilo es el acto mental de dar vueltas en círculo mientras se camina hacia adelante. El estilo es la ventana a través de la cual se asome el carácter. Y tú ¿cómo definirías la palabra estilo?

Juan Villoro: Es la respiración del lenguaje. Supongo que los rapsodas griegos dependían de las pausas para dosificar el ímpetu de lo que decían [...] En ciertos casos, los narradores revelan una manía que define su estilo. Onetti suele servirse de relatores que fuman, las pausas de sus textos se corresponden con las caladas y la expulsión del humo, la voz envolvente es la de quien mira las volutas que suben al techo [...] Los trompetistas y los saxofonistas saben que su música depende de la forma en que respiran. No son sus manos las que guían los sonidos, sino los pulmones. En una ocasión conocí a un jazzista que dominaba la "respiración circular": podía tocar sin detenerse, exhalar mientras inhalaba. Este virtuosismo me admiró pero me pareció circense; empobrecía la música, que no puede ser un  torrente y que depende de los silencios. El estilo literario se define del mismo modo; importa por lo que callas, dosificas, frenas. Ese efecto no se ve ni se oye pero debe estar presente, y acaba por ser el sello distintivo de un autor, que permite reconocerlo en una frase. Hay algo involuntario y muchas veces torpe en el gesto; las palabras sólo alcanzan a acomodarse así. Si el autor encuentra ese tono genuino, puede decir casi lo que sea, aunque ese tono provenga de vacilaciones y de la imposibilidad de hablar de otra manera. La literatura podría ser representada como un inmenso hospital de neumología, donde cada paciente tiene un síntoma distinto...
El arte nunca es "bonito" o "perfecto". La gran paradoja del gozo estético es que proviene de elementos que parecerían rechazarlo: una pérdida, un dolor, un malestar, trascendidos en placer. Esto se aplica a los temas pero también a las técnicas. El artesano aspira a un acabado impecable, pulcro; el artista busca algo más complejo, desordena sus materiales, trabaja desde la incertidumbre, encuentra posibilidades en los errores. Visto de cerca, un lienzo suele ser un amasijo de colores, pero el pintor calcula el efecto que eso puede tener a varios metros de distancia. Lo significativo es que el pintor ordena sus imágenes desde el punto de mira en el que son congusas. También el estilo literario se alimenta de carencias, manchas, borrones. La fuerza expresiva no llega por teléfono o por una comunicación divina; se logra a través de los muchos borradores, las cancelaciones, las torpezas convertidas en algo comunicable.
Lo grandes estilistas (Nabokov, borges, Rulfo, Faulkner, Proust, Mann, Beckett, etcétera) respiran a ua manera. El estilo literario insufla vida a la página, genera la ilusión de que eso existió y sigue existiendo; es, seguramente, la forma más lograda de la respiración artificial.
(fragment pàg. 102-104)