divendres, 19 de novembre del 2010

EN TERCERA PERSONA...


(més si clikeu damunt es llibre)

"Fue en ese momento cuando leyó sobre la lápida la fecha de nacimiento de su padre, percatándose entonces de haberla ignorado. Después leyó las dos fechas, "1885-1914", e hizo maquinalmente el cálculo: veintinueve años. De pronto le asaltó un pensamiento que lo sacudió incluso físicamente. El tenía cuarenta. El hombre enterrado bajo esa lápida, y que había sido su padre, era más joven que él.
Y la ola de ternura y compasión que de golpe le colmó el corazón no era el movimiento del ánimo que lleva al hjo a recordar al padre desaparecido, sino la piedad conmovida que un hombre formado siente ante el niño injustamente asesinado, algo había ahí que escapaba al orden natural y, a decir verdad, ni siquiera tal orden existía, sino sólo locura y caos en el momento en que el hijo era más viejo que el padre [...] Los años no eran más que estrépito, resaca y agitación, y Jacques Cormery se debatía ahora presa de angustia y piedad [...] A decir verdad, no había tenido ayuda. Una familia en la que se hablaba poco, donde no se leía ni escribía, una madre desdichada y distraída, ¿quién le hubiera informado sobre ese padre joven y digno de lástima? Sólo su madre lo había conocido, y lo había olvidado. Y había muerto ignorado en esta tierra por la que había pasado fugazmente, como un desconocido [...] No era demasiado tarde, aún podía buscar, saber quién había sido ese hombre que le parecía ahora más cercano que ningún otro ser en el mundo. Podía...
Caía la tarde. Una sombra negra lo devolvió al paisaje de tumbas y cielo que lo rodeaba. había que marcharse, allí no tenía nada más que hacer [...] Debajo de la losa sólo quedaba polvo y cenizas. Pero para él su padre estaba de nuevo vivo, con una extraña vida taciturna..." (pag. 31-33)