dijous, 18 de novembre del 2010

VUITANTA-VUIT...


"Así era José Saramago: disciplinado, tenaz, ateo, cosmopolita, austero, melancólico, reservado, militante, coherente, firme en sus convicciones, serio, severo, solitario por temperamento, racionalista, áspero, escéptico, tímido, tierno, anti-pedante, implacable, pesimista, polémico, seco, leal, sincero, generoso, duro por fuera y frágil por dentro, elegante, frugal, compasivo, inconformista, trabajador, independiente, distante, ético, imaginativo, comunista, solidario, reflexivo, poseedor de un acentuado sentido de la dignidad, irónico, adusto, beligerante, meticuloso, relativista, portugués, orgulloso, brillante, sobrio, sensible, honesto, incómodo, sarcástico, individualista... Un hombre poseído, desde la juventud, por una insaciable curiosidad cartográfica, que defendía con firmeza sus opiniones sin calcular las consecuencias, acostumbrado a decir lo que pensaba y a meditar lo que decía, dispuesto a forjar su perfil público en los medios de comunicación de aquí y de allá, una tarea que asumió como una obligación más de su compromiso, hasta tomar la apariencia de una suerte de labor misional laica. (pág. 36)